Muchas veces nos quejamos (con razón) de la lentitud del arranque del sistema operativo, y echamos la culpa (a veces no con tanta razón) al sistema operativo.
En bastantes situaciones, los causantes la lentitud en el arranque o parada del sistema operativo, y de los fallos en la suspensión, son determinados drivers no actualizados u optimizados para nuestro hardware.
El visor de eventos de Windows Vista y 7 tiene una sección muy útil, controlada por uno de los módulos de diagnóstico de rendimiento, que nos avisa de todos aquellos módulos que tarden en arrancar, drivers, aplicaciones…
Para verlo, vamos al Visor de Eventos, Registros de aplicaciones y servicios, Microsoft, Windows. Una vez allí, buscar la carpeta Diagnosticos-Rendimiento.
Veremos un montón de entradas, en la que nos avisa de retrasos y problemas.
En los detalles de cada evento, podemos conseguir pistas de qué está pasando.
Algunos avisos los generan los drivers genéricos que Windows aplica al hardware, no siempre optimizados para nuestra máquina. La solución sería entonces instalar drivers proporcionados por el fabricante, que en teoría deberían ser mejores, optimizados, etc.
Desgraciadamente, no siempre pasa esto, ya que me temo que en general, los HP, Dell, Acer y demás invierten más tiempo desarrollando nuevo hardware que optimizando los drivers de sus sistemas, que suelen ser ineficientes, obsoletos y cargados de funciones inútiles.